Una Visión TransAmericana
23 de septiembre, 2021
La palabra TransAmericana todavía no existe en el diccionario. Este término que hemos adoptado en Aluna se aproxima o refleja mejor el sentido como comunidades artistas diaspóricas que viven y trabajan en Turtle Island. Desde los comienzos de Aluna, nuestra visión ha surgido de nuestras experiencias y vivencias de la tierra donde nos encontramos, así mismo como de las tierras de donde venimos. Aunque yo he nacido en un territorio definido geográficamente como Latino América, definirse como Latinx o lationoamericano no refleja realmente quien soy. Mis antepasados y mi trayectoria como inmigrante no pueden ser definidos por una frontera. Especialmente en un continente donde muchas razas se han mezclado desde la colonización, y un sin número de culturas e idiomas conviven juntos. Cito aquí a una de mis más grandes inspiraciones, Manuelita Sáenz (1797-1866): “Mi país es el continente de la América”. Como una mujer inmigrante, mi corazón está tanto en esta tierra como en el país donde nací.
Desde el comienzo de la compañía el productor artístico Trevor Schwellnus y yo hemos trabajado en el sueño de conectar a las américas a través de las artes, con la convicción de que las colaboraciones artísticas nos acercan más a aprender a cómo vivir mejor juntos, aceptando las diferencias y respetando las trayectorias personales de cada individuo.
Adoptando una visión TransAmerica no es crear una identidad. Yo creo firmemente que cada artista/individuo debe elegir cómo desea identificarse tanto como persona, y cómo desea hablar de su trabajo. Más bien esta forma de pensar nos permite incluir el trabajo colectivo de artistas racializados y canadiense quienes consideren la posibilidad de ser parte de una comunidad hemisférica.
Cuando inauguramos el festival internacional RUTAS en el 2012 nuestro lema era: nuestro Pan Americanismo incluye a Canadá y Canadá incluye el mundo (era también el año cuando los juegos Pan Americanos se dieron en Toronto)– como una invitación para reflexionar sobre el continente americano, de norte a sur, y romper con una forma puramente céntrica europea.
Una visión TransAmericana me llena de esperanza pues ofrece una oportunidad para escuchar al otro y encontrar maneras de unirnos para soñar y crear y lograr cambios en nuestras sociedades. Los artistas en CAMINOS ya están en vía de este proceso. Los trabajos seleccionados son interculturales, interdisciplinarios, multilingüe, intergeneracional y transnacional. El público tendrá la oportunidad de conocer una diversidad increíble de historias, visiones e inspiraciones, y tal vez ser introducido, por primera vez, a maneras nuevas de ver una historia.
Lo que más me gusta de CAMINOS es la abundancia de talento y lo arriesgados que son los artistas tanto los emergentes como los establecidos. Y lo que AMO es el público que asiste al festival. Es un público que entiende que los trabajos están en proceso, en ese momento tan especial de creación y que aún no son obras terminadas. Lo que he podido observar en los tres últimos festivales es como el público se entrega de lleno convirtiéndose en un compañero vital para el proceso de creación.
La participación del público es esencial en el proceso de creación de un nuevo trabajo. Sus comentarios son una retroalimentación para el artista porque le ayudan a entender su propia visión y lo que están tratando de transmitir. Así pueden tomar decisiones importantes de cómo continuar con el proceso de creación. Aunque este año el festival será transmitido en formato digital con algunas presentaciones en vivo, estamos tratando de crear formas en las cuales el público siga participando en este proceso.
Este año no pudimos producir en vivo, pero sin embargo fue una oportunidad para crear algo realmente único e impactante: la creación de las residencias CAMINOS. Más de 22 artistas y grupos recibieron ayuda económica y técnica en preparación para el festival para así poder desarrollar sus ideas más a fondo. Este ha sido un sueño vuelto realidad. Algo que hemos querido lograr desde hace mucho tiempo. El reto ahora es cómo mantener estas residencias. Ojalá podamos conseguir la financiación necesaria. Por ahora estamos muy orgullosos de haber podido poner un granito en cada uno de estos caminos artísticos y de haber reunido a este estelar grupo de artistas quienes nos han inspirado mucho más allá de nuestros sueños.
– Beatriz Pizano, Directora Artística